Tristeza enorme: anoche, a los 48 años de edad, falleció Scott Weiland, el recordado ex-vocalista y fundador de Stone Temple Pilots además de cabecilla de proyectos paralelos como Velvet Revolver, The Magnificent Bastards, Wondergirls, entre otros. Su cuerpo fue hallado por su representante en el autobús en el que viajaba de gira con su actual banda de acompañamiento, The Wildabouts, rumbo a Minnesota. Según reporta TMZ, se habría tratado de un paro cardíaco.


A estas alturas, de Weiland se habrá dicho todo ya, tanto de sus aciertos musicales -que pese a los altibajos personales, claro que los ha tenido- como de sus interminables excesos y serios problemas con las drogas; pero igual, para quien ha seguido su trabajo musical desde un inicio, duele enterarse de esta noticia. Más aún con el recuerdo fresco de esos videos que circularon en YouTube hace pocos meses atestiguando su tan preocupante condición.

En lo personal, STP formó parte de ese pequeño universo de bandas que tempranamente alegraron mi adolescencia. Y mucho. Le guardo aún un gran aprecio a sus discos, sobre todo a los facturados en la década de los '90s (mis favoritos: su estupendo debut de 1992 "Core" a la par con el tan poco valorado y ecléctico "Tiny Music..." de 1996). Queda la música, claro, pero saber de la muerte de Scott Weiland es triste, realmente triste. Como twitteaba Dave Navarro, «no es mi pérdida, es nuestra pérdida». Vale compilar algunos clips recordándolo con STP (por ahí un video de su directo 2010 en Lima) como en solitario y liderando a Velvet Revolver. Hombre, nunca más voy a poder ver ese "Fall To Pieces".