>> Elvis Perkins
>> "ELVIS PERKINS IN DEARLAND"
Sello: XL Recordings
Llevando aquella demarcada melancolía folkie del fabuloso "Ash Wednesday" (uno de nuestros favoritos del 2007) a un nivel que entremezcla mágicamente aún en su pesar, una especie de canto celebratorio y triunfante que hereda mucho del blues y hasta del gospel, Elvis Perkins nos presentó este año su segunda producción en estudios a la cual bautizó con el nombre de su banda de carretera. Nunca tan oportuno y justo, pues "Elvis Perkins In Dearland" es uno de los más sublimes viajes que nuestros oídos pueden recorrer, además que queda bien en claro que él no es más un trovador en solitario, este es un álbum de un grupo de contrastes y complementos musicales. Celébralo.
>> Andrew Bird
>> "NOBLE BEAST"
Sello: Fat Possum/Bella Union Records
Silbador profesional, arquitecto de la melodía en su más barroca expresión, uno de los violinistas y multi-instrumentistas más prodigiosos en el mundo de la música popular contemporánea y un largo etc. más. Cuando hables de Andrew Bird, ponle el calificativo que quieras pero que sea uno a la altura de lo que su talento mostró con "Noble Beast", una maravilla de álbum que corona sus enormes cualidades como compositor y performer. De lejos su mejor obra, plagada de matices y texturas tan bien diseñadas que van de la encantadora sonoridad de "Natural Disaster" pasando por el distante folklore regional de "Effigy" y ese brillante instante de pop de "Fitz and the Dizzyspells". Todo un logro.
>> Fruit Bats
>> "THE RUMINANT BAND"
Sello: Sub Pop
Cuatro años después de haber publicado su gran "Spelled in Bones" el trío liderado por el ahora militante de The Shins, Eric Johnson, regresó con "The Ruminant Band", el cuarto álbum de Fruit Bats que los encuentra coqueteando con aires de sólido folk setentero y añejo rock sureño. Como para hacernos imaginar lo que podría haber sido de The Allman Brothers Band o Crazy Horse de haber tenido a Lindsey Buckingham como lead-singer. Tracks claves: "Primitive Man", "My Unusual Friend" y el que da título al álbum.
>> Manic Street Preachers
>> "JOURNAL FOR PLAGUE LOVERS"
Sello: Columbia
Cuando a una de tus bandas favoritas se le da por plantear el ejercicio del revisionismo sonoro, tienes que preocuparte pues sólo pueden pasar dos cosas: estancarse y reducir sus posibilidades creativas al punto más minúsculo de su trayectoria o... hacer un disco como el que lanzaron los Manic Street Preachers este año, un sendo retorno, no de sonido, sino de espíritu incendiario, carácter beligerante y brutal carisma. Como si la era del "The Holy Bible" no hubiera pasado nunca... claro está, por obra de las composiciones del desaparecido Richey Edwards y un soberbio trabajo de producción del tándem Dave Eringa/Steve Albini. Imprescindible.
>> Pearl Jam
>> "BACKSPACER"
Sello: Monkeywrench
¿Dije alguna vez que Pearl Jam es mi banda favorita? Pues bueno, uno de los factores que siempre, siempre consideré valiosos dentro de su sonido fue esa capacidad para tomar riesgos y esquivar la redundancia musical: la fórmula. Salvo por diversos tramos de su irregular álbum antecesor ("Pearl Jam", 2006) repetirse o pretender sonar al Pearl Jam circa 1992 nunca fue su fuerte. Es justo ahí cuando surge "Backspacer", su trabajo más radio-friendly, optimista y pop hasta la fecha y saben algo... es fantástico: sin pretender serlo, este álbum bien puede resumir todas las aristas de Pearl Jam, desde aquella línea estridente ("Got Some"), la acústica que tanto admira Vedder ("Just Breathe"), la de su madurez sonora (la grandiosa "Unthought Known" bien pudo entrar en el tracklist del menospreciado "Riot Act") o la melódica ("Amongst The Waves") cosa que por supuesto, los acercará a nuevas audiencias y crispará a los que sólo piensan que la banda es el "Ten". Rayos, acéptenlo it's evolution, baby.
>> Yo La Tengo
>> "POPULAR SONGS"
Sello: Matador
Qué duda cabe que el "Popular Songs" de Yo La Tengo es uno de los discos más eclécticos manufacturados durante este año y mejor aún, durante la década. Gema de ornamentaciones pop que los ratifica como cultores de una estética musical inclasificable pero igual de reconocible. Salvando las distancias del caso, imagina al "White Album" de los Beatles en un sólo disco. ¿Exagero? Probablemente... pero díganme si a primera escucha tracks como "Here to Fall", "Periodically Double or Triple" o la grandiosa "When It's Dark" parecen pertenecer a una misma banda o no.
>> Neko Case
>> "MIDDLE CYCLONE"
Sello: ANTI-
Neko Case, la otrora residente de Seattle y siempre colaboradora de The New Pornographers presentó este año "Middle Cyclone", una producción que bien podría catalogarse de rupturista, (aunque sin ser tan radical) por demarcar principalmente su orientación sonora sobre las bases de un cautivador pop moderno que se retroalimenta de su típica amalgama alt. country-americana. Líricamente adentrada en territorios donde explota aún más su discurso personal de desamores e ideologías envueltas entre poéticas estrofas que devanean entre la fábula y la novela, Case ha conseguido el álbum que siempre ha querido construir: una obra radiante, incisiva y sobre todo conmovedora. Incluye un par de covers de Sparks y Harry Nilsson junto a un excéntrico bonus track (poco más de media hora con ruidos de ranas, grillos y demás bichos grabados por ella misma entre las sesiones en su granja/estudio). Eso si, premio al mejor arte de portada con Neko -sable en mano- encima de un Mercury Cougar del 68. Así te quería ver.
>> The Pains of Being Pure at Heart
>> "THE PAINS OF BEING PURE AT HEART"
Sello: Slumberland Records
Les han dicho de todo, desde "la versión rocker de Joy Division" hasta la "versión americana de The Smiths". Tampoco mucho aunque eso si, lo de The Pains Of Being Pure At Heart es purito rock post-adolescente que prefiere el gancho noise-popero al tarolazo punkie. Refrescante, contagiosa y fantástica sin pretender ser innovadora, esta placa respira mucho de la estética musical que derrochaban los trabajos del sello Sarah Records o de bandas tipo House of Love, Pale Saints, Ride y hasta los primeros My Bloody Valentine. Bueno, no en vano esta producción fue mezclada por Archie Moore, ex integrante de los tremendos Velocity Girl. Realmente notable.
>> Animal Collective
>> "MERRIWEATHER POST PAVILION"
Sello: Domino
El que fuera considerado como el mejor disco del 2009 a finales del 2008 terminó siendo -más allá del estruendoso hype mediático- una de las más reveladoras obras (de fin) de la década. Pico indiscutible de una trayectoria sanjada a base de endiablada creatividad e inconformismo. Accesible pero aún más experimental, con "Merriweather Post Pavilion" Animal Collective fusionó su inquietante universo de electrónica vanguardista con una serie de composiciones que ahondaban en atmósferas sumamente evocativas. Si estuviésemos a mediados de los sesentas, este podría ser el eslabón que hermanara el "Pet Sounds" con el "Smiley Smile" de los Beach Boys.
>> Fever Ray
>> "FEVER RAY"
Sello: Rabid Records
Siniestro pero luminoso, dulce pero claustrofóbico, así fue el debut de Fever Ray el flamante proyecto individual de Karin Dreijer Andersson, militante indispensable de los misteriosos The Knife, quien decidió aprovechar el sigiloso periodo sabático al que entró su banda para abrazar una nueva etapa personal, la cual se dividiría oportunamente entre el advenimiento de su segunda maternidad y la creación de Fever Ray. Y de hecho, una experiencia fue de la mano de la otra, ya que el álbum refleja fielmente -tanto en el campo lírico como sonoro- aquel atormentado periodo post-natal donde la aquejó el insomnio. He aquí el puente entre la pesadilla (escuchar "If I Had A Heart" o "Dry and Dusty") y el sueño ("Seven" o "When I Grow Up").
>> Yeah Yeah Yeahs
>> "IT'S BLITZ!"
Sello: Interscope
De todas las bandas de su generación, Yeah Yeah Yeahs es una de las pocas a la que mejor le ha sentado el paso de los años. Consolidando disco a disco una impronta tan propia que deslumbra pese a su constante metamorfosis, con "It's Blitz!" reafirman sólidamente sus aproximaciones al glam de sintetizadores y referentes experimentales, territorio perfecto para el despliegue vocal de una asombrosa Karen O, que ahora si dejó de lado todo paroxismo performático para ceder el paso al alarido afinado que es secundado a la perfección por los estupendos arreglos melódicos de sus inseparables secuaces, Nick Zinner y Brian Chase. El rock neoyorkino tiene una nueva marca en su legado.
>> Girls
>> "ALBUM"
Sello: True Panther Sounds
Cuando escuchas a un séquito de hipsters decirte insistentemente que este es el álbum del año, de la década o del nuevo milenio, la desconfianza es inevitable. Más aún si te pones a leer la nota de prensa que acompañó el lanzamiento de esta producción, toda una micro-novela (leer la parte del "All I have to do is dream") digna de estar incluida en una película de Wes Anderson o un reality de TV... lo primero que genere más audiencia. Pero ¿y qué del álbum? Al diablo si es muy trendy pese a sus evidentes raíces revisionistas, es una producción genial. No creo que merezca tantos calificativos exacerbados pero es innegable que es una de las colecciones más entrañables de pop soleado que se registraron este año (increíbles pistas como "Hellhole Ratrace" o "Ghost Mouth" lo acreditan). Así debería haber sonado Elvis Costello si mezclase doo-wop y rock moderno desde de su ático.
>> Wilco
>> "WILCO (THE ALBUM)"
Sello: Nonesuch
Bandas que han labrado su leyenda a base de ingenio y constante exploración musical sin traicionar a sus raíces, tienen el lujo de poder mirar a su propio pasado para poder conectar y ampliar aún más a su paleta de influencias sónicas. Wilco es una de las pocas agrupaciones contemporáneas que puede jactarse de ello y "Wilco (The Album)" es su más fehaciente demostración. Cual rompecabezas astutamente ensamblado, esta vibrante placa abandona toda falsa pretensión de lado para avocarse estrictamente a reestructurar la artillería creativa de Tweedy & Cía. El resultado es una suerte de "greatest hits" pero con tracks inéditos, todos potenciales singles que rememoran algún instante clave de la manufactura Wilco. Infaltable en nuestra colección.
>> The xx
>> "xx"
Sello: Young Turks
Una de las más gratas sorpresas del 2009 fue "xx", el primer álbum del ahora trío de veinteañeros londinenses The xx (si, así en minúsculas) cuyos cabecillas principales Romy Madley Croft y Oliver Sim protagonizaron uno de los más seductores soundtracks para nuestra trasnoche bajo sutiles texturas que transpiran una susurrante -y eso lo digo de manera literal eh- sensibilidad new wave ejecutada a manera de dueto de soul fantasmal de nuevo milenio (que en realidad no es soul) que se apoya principalmente sobre sus ecos, algunas tímidas líneas de bajo y cajas de ritmo minimalistas. Sin objeciones, este es uno de los discos debut fundamentales para entender el sonido del 2009.
>> YACHT
>> "SEE MYSTERY LIGHTS"
Sello: DFA
Que te quede claro: fiesta sin este disco de YACHT sonando de fondo, no es fiesta. Algo que a estas alturas ciertamente no debería de sorprendernos proviniendo de la casa disquera DFA, donde hasta su factótum James Murphy (LCD Soundsystem) soltó interminables elogios ante el híbrido poderío dance-punk-electro de este dúo integrado por Jona Bechtolt (responsable principal) y Claire L. Evans, quienes aquí se gradúan como expertos creadores de delirantes secuencias de incendiaria naturaleza bailable. La revista Variety dijo que son "una mezcla moderna de Suicide, Sonic Youth, Bush Tetras y ESG"... ¿Hay que creer tanta belleza? Pues por lo escuchado en su "See Mystery Lights", definitivamente si. Young Americans Challenging High Technology (su nombre extendido) siempre lo supo, los clap hands paths son los nuevos riffs de este siglo.
>> St. Vincent
>> "ACTOR"
Sello: 4AD
Cargada de una mayor complejidad orquestral, ritmos asincopados, misticismo y unos renovados ánimos por saturar las pistas con explosivos fuzz, "Actor" es una extraordinaria producción que celebra la versatilidad compositiva de la talentosa multi-instrumentista Annie Clark, a quien solemos conocer más por su nombre de super heroína: St. Vincent. Así como su fabuloso "Marry Me" del 2007 fue bautizado por la ironía de un gag de la mejor comedia televisiva de la década (entiéndase: "Arrested Development", programa del cual Annie también es fanática), desde su concepción, "Actor" vuelve a reclamar la inspiración en la cultura pop convencional, usando el imaginario de algunas de sus películas favoritas (de Woody Allen a Godard o algunas caricaturas de Disney) para remodelar su barroco microcosmos musical. Un gigantesco paso adelanto que siempre será bienvenido.
>> The Big Pink
>> "A BRIEF HISTORY OF LOVE"
Sello: 4AD
¡El álbum debut del año! O bueno, al menos mi favorito. Aquí tenemos el primer trabajo de The Big Pink, dúo integrado por Robbie Furze y Milo Cordell, dueños de Merok Records, sello que albergara entre sus filas a bandas como los Klaxons y Crystal Castles. Lo logrado con "A Brief History of Love" es deslumbrante, registrando grandes canciones que miran al tópico del amor como eje caótico en distintos panoramas. Instantáneamente la música de The Big Pink fluye como si se tratase de una fusión entre los más celebrados actos del Reino Unido de los 90's (de Primal Scream a Ride o The Verve con todo y un "second coming", o bueno "third coming", del sonido a la Stone Roses) sumado al feroz ímpetu de contemporáneos como Kasabian o los norteamericanos BRMC (con notorios aires de The Jesus and Mary Chain de por medio) aunque eso si, más afectados por los arreglos de sintetizadores y la electrónica. Este es un disco triunfal. ¡De escucha obligatoria!
>> Grizzly Bear
>> "VECKATIMEST"
Sello: Warp
Este 2009, ellos fueron los egresados con honores de la universidad de ciencias musicales Brian-Wilsonianas con sede en Brooklyn. Nunca antes, las atmósferas acústicas se habían llevado tan bien con su expansivo juego de etéreas armonías vocales (hermosas y grabadas milimétricamente a la perfección, hay que decirlo) en un ambiente de abierto espíritu electrónico. "Veckatimest" es una obra superior, un laboratorio surrealista pero amistoso donde se fusionan gamas de sonido y afinaciones fuera de lo standard, prestas a disiparse como delicadas pistas de admirable pop experimental. Irresistible desde el arranque con "Southern Point" (que tiene un tantito de bossa y acid jazz en esas líneas melódicas) hasta la excelsa belleza de "Two Weeks" o "Ready, Able". Una joya. Una marca de nuestros tiempos.
>> Bill Callahan
>> "SOMETIMES I WISH WE WERE AN EAGLE"
Sello: Drag City
¿Caigo en el cliché si le digo genio? Bah, qué rayos, Bill Callahan lo es. Su segundo intento en solitario y ya alejado del alias de Smog, lo encuentra en un estado de gracia excelso. Entre ese ánimo bucólico, introspectivo y sumamente pausado que reina en cada pasaje de su más reciente y magnífica placa "Sometimes I Wish We Were An Eagle", observamos cómo la figura de anti-singer/songwriter de Mr. Callahan alcanza aún en vida, la inmortalidad con canciones que sangran y tocan médula espinal de la emotividad. Aquí no hay pista que no deje de conmoverte (mis favoritas "My Friend" o "Too Many Birds"). Todas son mágicas historias edificadas con una paciencia tan singular que hacen que cada frase murmurada por nuestro héroe parezca tardar años en ser completada... y aún así es espectacular. "Well I used to be darker... Then I got lighter, then I got dark again…" dice a manera de sincera confesión en "Jim Cain". ¿Quién es uno para contradecirlo? Obra maestra.
>> Phoenix
>> "WOLFGANG AMADEUS PHOENIX"
Sello: V2 Records
“¡Desde el desorden a las masas!”... Tal y como proclama el coro de su increíble "Lisztomania", así debería de reclutar el pop a sus huestes: con descaro, actitud y sobre todo revalorando su carácter intrínseco de ente agitador. En lo que va de la década, Francia se ha venido consolidando como uno de los países donde las vertientes musicales de vanguardia saben aprovechar su sensibilidad pop para trascender sus propias barreras (miremos sino a Daft Punk, Air, Justice por citar algunas) y es justo a ese podio donde ahora debemos elevar a Phoenix. No hubo en el 2009 un disco que festejase con tanta vitalidad la renovación de su propia estética sonora como el "Wolfgang Amadeus Phoenix", un insuperable torbellino de aire fresco que nos muestra a este cuarteto de Versalles en la plenitud de su forma. Tras tres trabajos en estudio, Phoenix encontró el ecuación ideal para fusionar lo mejor de ese sonido tan propio de la Francia del nuevo milenio en menos de 40 minutos. El disco con nombre de clásico, es una fastuosa colección de pop sofisticado, urgente y contagiante (¡extraordinario trabajo de guitarras y bases rítmicas!) que en ningún instante evidencian sus influencias descaradamente, sino al contrario, mantienen una coherencia ejemplar donde destaca su voz propia. ¡Lo mejor del 2009!
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Como siempre, espero que les haya gustado este conteo. Todos son discos muy recomendables así que si por ahí se les pasó alguno, en realidad les aconsejo buscarlo. De hecho Uds. tendrán sus discos favoritos personales ¿no? Pueden compartir sus listas conmigo con todo gusto entre los comentarios, de paso que ahí vemos nuestras coincidencias de gustos y/o disgustos. Ah, dicho sea de paso, todavía pueden escuchar nuestras 20 canciones favoritas del 2009. Bueno, es momento de despedir el año por aquí, pero aún tenemos algunas revisiones pendientes del 2009 que se las presentaré en los próximos días, por ahora es sumamente necesario agradecer su compañía, sus visitas y sus comentarios a lo largo de todo este año. Sin duda continuaremos así todo el 2010. ¡Que pasen unas felices fiestas de fin de año, un gran abrazo para todos!
Para quienes adoramos pasar los 365 días del año escuchando música, no habrá mejor manera de despedir (y de cierto modo, recordar lo que fue...